ojos-cerrados[1]

Es innegable hoy en día el beneficio que ofrecen las prácticas como el yoga y el mindfulness en cuanto al bienestar físico, mental y emocional de los individuos. Ya es algo que no podemos negar. Es cierto que a pesar de todas las evidencias que hay hoy respecto a este tema, aún hay quienes se muestran suspicaces y no muy convencidos, y no estoy en contra de esto, sé que cada persona tiene su tiempo y no todos tenemos la obligación de sentir interés por las mismas cosas. Sin embargo, siento la necesidad de dar a conocer la infinidad de ventajas que conlleva el practicar estas disciplinas, y no solo a nosotros como adultos sino en especial a los niños.

Sabemos que poco a poco son más los establecimientos educacionales que han decidido tener el yoga y/o la meditación como una asignatura más dentro de su currículum.  Cada vez aumenta el número de educadores y padres que se interesan por especializaciones y cursos, ya sea de yoga, meditación, mindfulness…, para aplicarlos en la educación y crianza de sus hijos y alumnos. Mujeres embarazadas que quieren llevar el embarazo de manera más saludable optan por estas prácticas. Y en las empresas, podemos encontrar varias que se ocupan de tener un espacio donde los trabajadores puedan eliminar tensiones y estrés a través de técnicas de relajación, lo que contribuye a un mejor desempeño.

respirar

Ayer encontré en la red este video que me inspiró a escribir esta entrada. Sé que la necesidad de incorporar las prácticas contemplativas a nuestra vida como adultos y a la educación de las nuevas generaciones es un hecho.

Ya he hablado sobre la necesidad que tenemos hoy en día de “una educación emocional”. En este video podemos ver cómo un grupo de niños expresan los beneficios y sus experiencias en relación al manejo de sus emociones por medio de la respiración consciente.

Hoy en día necesitamos recursos y técnicas que nos ayuden a escucharnos, relajarnos, a tener conciencia y regulación de nuestras emociones, a reencontrarnos con nosotros mismos. La velocidad y las exigencias que nos rodean hacen necesario que creemos pequeños espacios donde podamos contemplarnos, dar atención a nuestras necesidades, sentirnos, ser nosotros mismos. Esto permitirá que se incremente nuestra creatividad, productividad, nuestras ganas de hacer. Es como decir que dentro de ese pequeño momento de paz y “no hacer”  que te regalas, se encuentra escondida la acción, las ganas, la fuerza, la energía, tu potencial, ; es difícil entenderlo si no lo vives, por esto te hago la invitación a que lo hagas y solo por un momento respira…

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