Nuestra experiencia en el yoga madre e hija fue y ha sido un espacio de encuentro para ambas. A través de diversas herramientas como los juegos, muñecos con afirmaciones positivas, cuenta cuentos, pintura, bailes, sonoterapia, posturas de yoga; pudimos aprender la una de la otra. Darnos un tiempo especial madre e hija, para fortalecer nuestro lazo amoroso y generar el estrés de la vida de manera novedosa y saludable. El Yoga madre e hija nos nutrió de amor y nos sigue acompañando en nuestras vidas.