- Las niñas son menos ágiles que los niños:
NO es cierto que las niñas sean menos ágiles. De hecho jugar al balón y saltar a la comba ponen en marcha el mismo tipo de fuerza y resistencia. Lo que sucede normalmente cuando una niña intenta jugar al fútbol por primera vez es que argumentarán que juega mal porque «es niña», por el contrario cuando
un niño juega por primera vez, le dirán que es novato y patoso; contra esto podrá luchar e intentar superarse, contra «ser niña» no se puede hacer nada, excepto ser conscientes de que eso no es ninguna limitación real para realizar cualquier tipo de actividad, sino un estereotipo cultural. - Si mi hija me pide un balón:
Para el desarrollo evolutivo de las niñas y de los niños es necesario el desarrollo de la motricidad, que se adquieren con diversos juguetes: balón, bicicleta, cuerda… - Si mi hijo me pide una muñeca:
Es necesario que los niños y las niñas adquieran conductas de cuidado, desarrollo de la empatía, expresión de sentimientos, etc. como ensayo de futuros roles de su vida adulta. (Si la muñeca llora o tiene pipí, por qué y cómo haré para que se sienta mejor). - Los niños prefieren juegos de actividad porque son más brutos:
NO hay ningún estudio que avale que la fuerza es patrimonio de los niños, más al contrario es posible que la prevalencia de esta capacidad entre los niños sea, en una porción, un sesgo educacional ya que a los niños se les tolera y alienta con mayor facilidad en comportamientos relacionados con esta capacidad,mientras que a las niñas, es más probable que se las desapruebe y desaliente en el mismo tipo de
actitud. - Los niños sufren menos la influencia sexista de la sociedad en su juego: NO es cierto. Niñas y niños son víctimas de los juegos y juguetes sexistas, unos juegos que limitan su
potencial de desarrollo en función de unos estereotipos culturales que exigen a unas y a otros comportarse de una manera impuesta. Por tanto, el riesgo discriminatorio de los juegos sexistas afecta tanto a niñas como a niños, aunque sus manifestaciones sean sustancialmente diferentes y sus consecuencias ejerzan una presión negativa mayor sobre el desarrollo pleno de las niñas.
¿De qué sirve hacer un uso no sexista de los juguetes si la sociedad ofrece otro modelo?
Ofrecer a nuestras hijas y nuestros hijos un uso no sexista del juego y del juguete es una actitud responsable y consciente, que no es fácil adoptar ya que implica superar las limitaciones derivadas de nuestra propia educación y superar la tendencia de una sociedad que tiende a perpetuar su modelo, un modelo en el que la mitad de la ciudadanía sufre lesiones en sus derechos por razón de sexo
Negar a los niños y niñas pistolas y juguetes bélicos ¿No les hace desearlos más?
¿Permitimos a nuestros hijos e hijas poner la mano en la estufa caliente o les dejamos fumar porque diciendo que no, les hacemos desearlo más? NO. Porque nuestra responsabilidad es educar a niños y niñas en un espacio seguro, enseñándoles las normas y valores que creemos. Proporcionando juguetes bélicos se fomentan actitudes violentas.
Nuestros niños y niñas imitan pautas de conducta observadas en las personas mayores, asumen los roles vividos en sus casas, en el colegio, en la calle, a través de la publicidad y los reproducen fielmente e interiorizan la valoración que estos roles adquieren en la sociedad.
DEBEMOS FACILITAR Y POTENCIAR QUE LOS JUGUETES Y JUEGOS PUEDAN SER UTILIZADOS DEL MISMO MODO POR NIÑAS Y NIÑOS, EVITANDO QUE SE REPRODUZCAN LOS ROLES TRADICIONALES QUE RESULTAN ABSOLUTAMENTE DISCRIMINATORIOS”.
– Que las niñas puedan acceder a los juegos vetados para ellas: como el deporte, el juego de
competición, los juegos de construcción y de exploración y evitemos las imágenes
estereotipadas en las que las chicas aparecen como seres sin iniciativa, dependientes,
cuidadoras y/o como objetos sexuales.
-Que los niños puedan disponer de juguetes y juegos que favorezcan el desarrollo de la
afectividad, el cuidado, la corresponsabilidad y empatía, a los que generalmente no tienen
acceso.
Fuente: http://xurl.es/ldh1y